jueves, 26 de junio de 2008

Blanco viento, blancas ramas

El blanco impone su doctrina Monroe. (Quiere expandirse: aplicar la ley del garrote.) Nunca mejor dicho, el blanco facilita la expresión, lo poco que hay que enseñar.
Decir lo menos con lo menos. Suturar nuestras carencias. Expurgar la demasía... El blanco como neoimperialismo, y green card. Como escritura mínima. Como (d)escritura nimia.

Blanco que te quiero blanco

Escribir poco; muy poco. Seguir el ritmo. No saturar. Establecer las prioridades. Y sobre todo, no fingir.

"Tot el camp / és un clam..."

"El reino del espanto", més que un blog.
(¡Visca el Barça!)

lunes, 23 de junio de 2008

Certeza

Parece que las palabras, al fin, adquieren su justa dimensión. Parece que fluyen. (Que nacen.)
Cuánta incapacidad, entonces. (Y cuánto desperdicio.)

sábado, 21 de junio de 2008

Insomnio

Cita del insomne (3: 45 am), con música norteña de fondo:
"Oh, jóvenes, pudor siento de que por mis lamentos interminables váyais a creer que carezco de entereza. Es el dolor el que me fuerza".
Sófocles.

Vecinos incómodos

Que nadie se espante: el acto de dormir está en desuso. Y ello se debe a un sólo factor: a saber, la música grupera se ha convertido en la respuesta del(os) vecino(s) a la "pavorosa sombra fugitiva" de la noche (Sor Juana..., o eso creo).
No importa, pues, la hora o el día: el objetivo del(os) vecino(s) es que el "pasito duranguense" degenere en rito de iniciación, y posibilidad de cambio. (En desarreglo de los sentidos, y de la razón.)
Pero ¿qué implica, en concreto, esta situación? Al menos, tres cosas:
1. Que la noche presente su faceta más norteña.
2. Que nos empecemos a ser fans de Diana Reyes (la reina del "pasito duranguense") y
3. Que los oídos nos sumben-retumben todo el día.
Ante el estruendo nocturno de la música grupera, hay que empezar a dormir por las mañanas. Hacer, en fin, que la inacción de los sentidos se acostumbre a padecer nuevas cantinelas y bochinches.
Como México no hay dos (por fortuna).

viernes, 20 de junio de 2008

El calor

Enemigo de la escritura, el calor constriñe la voluntad. Más: inhibe la fuerza. (Nos acobarda).
Enemigo también de la paciencia, el calor diluye la tenacidad, la perseverancia. Fuente de malestar: logra que la pereza siente sus reales. Y no sólo eso: logra que el dinamismo se concentre en las manos, principalmente cuando el sudor agobia, y los ventiladores, los malditos ventiladores, dejan de funcionar. (Abanícos del mundo, ¡uníos!)
El calor es, entonces, el origen de todos los males.
Es el culpable, por ejemplo, de que el escritor se sienta perdido, y sin una misión en la vida. Es el culpable, a su vez, de que esa actividad complementaria a la escritura que es la lectura, se vuelva insoportable.
Definitivamente, el calor, el bochorno que genera, nos saca de la jugada. (Que yo sepa, lo in nunca fue escribir en shorts, o encuerado.)
(El calor: un infierno individual, un pie descalzo que se quema, un dolor de cabeza interminable.)

miércoles, 18 de junio de 2008

La podredumbre del breviario

"Que se me señale en este mundo una cosa que comenzase bien y que no haya acabado mal".
E. M. Cioran
(Peor todavía, que no haya acabado en el bote de la basura.)

martes, 17 de junio de 2008

Jonás

"Levántate, ve a Nínive la gran ciudad, y proclama contra ella que la maldad de ellos ha subido delante de mí".
Jonás 1: 6
(No sólo la "maldad", cabe decir. También el asco y la intransigencia, el ultraje y la banalidad.)

lunes, 16 de junio de 2008

Herzoguiana

Como esa balsa frágil, de cinco palos de base, navegarás por las aguas del río. Como Aguirre, con esa furia renca y postergada, a la mitad de una lluvia de zumbidos. (Etheral music by Popol Vuh.)
http://www.youtube.com/watch?v=D33XSldDG2E

Es así

Superar las consignas: ese es el reto del buen escritor. (Y de cualquier buen ser humano.)

sábado, 14 de junio de 2008

Así es

Superar los retos: esa es la consigna del mal escritor.

2

Donde pongo la escritura pongo la incapacidad.

1

Donde pongo el lenguaje pongo la maledicencia.

La mala escritura

La mala escritura surge de la incapacidad, y del caos.
Por un lado, revela los esfuerzos de la juventud, y su pobre evolución. Por otro, los influjos del interior, la carne en mal estado, esa voluntad individual que descree de la forma porque, sencillamente, descree de la (inalcanzable) forma.
La mala escritura es, diría José Lezama Lima, "paradojal".

viernes, 13 de junio de 2008

fut sin acentos

El trastorno, la recurrencia, y la distancia: el fut aparecio en el momento justo. El fut, y el Barcelona. (1-0)
(La mirada fija, el silencio del bar, el humo de los cigarros... Eso era lo habitual; y tambien las derrotas, la normalidad de las goleadas en contra, las defensas adelantadas...)
El Barcelona, insisto, y la poca efectividad... (2-0)

jueves, 12 de junio de 2008

Viaje al fin de la noche

"Conque tienes que continuar tu camino solo, en la noche. Has perdido a tus compañeros de verdad. No les hiciste la pregunta adecuada, la auténtica, cuando aún estabas a tiempo. Cuando estabas junto a ellos, no sabías. Hombre perdido. Siempre estás atrasado. Se trata de lamentos inútiles".
Louis-Ferdinand Céline

miércoles, 11 de junio de 2008

El discurso de la autoridad

"¿Quien manda en esta relación?"
Esa es la pregunta recurrente de mi mujer.

Sinceridad

Me surgieron las dudas, y su correlato: las desvergüenzas.

Auxilio

El vacío que experimento me resulta insoportable. No puedo escribir con soltura. Una frase me cuesta horrores; una idea, ni qué decir.
¿Qué hacer, luego, con el blog?
¿Desecharlo?
¿Olvidarlo?
¿Alguien sabe qué hacer en estos casos?

Otra vuelta de tuerca

El lenguaje del blog debe ponderar lo fundamental.
La onomatopeya como estado del alma.

Desblogear

El blog se convierte en el espacio de la imprecision (acento en la "o"). El blog es una mala costumbre.
Es una calamidad.

domingo, 1 de junio de 2008

Siempre en domingo

Los viejos amigos (enemigos), los familiares olvidados, las nuevas generaciones: esa es la ciudad que me recibe.
La ciudad profusa, y que desconozco. La ciudad de los terrores.

Despojos

Buscar el lenguaje deslucido, el lenguaje de los muertos. Buscar las palabras inertes, y sus sentidos purulentos. Buscar los códigos nulificadores, los pretextos fallidos.