martes, 30 de noviembre de 2010

"Ojos eran fugitivos" / Cine 118

Planet Terror (2007), Dir. Robert Rodríguez. El cine, para Rodríguez, es una monserga. (O casi.)
En él, caben las muñecas rotas, vestidas para matar.
(Una ametralladora, por cierto, jamás se vio también.) (Pierna ad hoc.) (Ah, qué cosa.)
En él, caben las cabezas grandes y los granos taciturnos a punto de florecer.
Más: los soldados mafufos, los Quentin Tarantinos afiebrados, los cultos del Día del Señor.
Todos los puntos de la maladiecaben en este refrito, y más si se piensa en que el origen de la enfermedad está en la videncia, en la actitud estoica del zombie al caminar al revés. (Cuánto influiste en la nueva ola, Romero, cuánto enfermaste al perdedor.)
Rodríguez, qué va, no filma: desfilma.
Su actitud ante el cine es la de cualquiera de nosotros, avocados a pensar en tono menor.
Monserga, ocurrencia, fobia...: el cineasta de lo cutre (de lo concientemente cutre) juega a filmar. Establece un criterio ultrapausterizado para expresar la obcecación del WC.
Reír como antaño, cuando la dentadura era blanca: tal es el reto de este taumaturgo de la lobreguez.
Machetes a la vista.

Post-clásico (Barcelona-Madrid)

La cara, lo primero, con una vocación de garnacha a medio cocer. Pero —uf— ese es el riesgo, insisto, cuando se anda de bravucón. [Palabras, palabras, palabras.]
La garnacha en close up y también la del jefe, en grave levitación.
El campo además parecía de mentiritas.
Una mesa de margarina. Una pista de hockey sin rasurar.
La garnacha, perdón, las dos garnachas, miraban nomás. Un ojo para allá, captando la atención, y el otro (los otros) al revés, viendo el desaguisado, el postre hervido, después de la contusión.
El campo estaba poseído. [Era la evidencia.]
Era un campo al revés, sometido por los pupilos.
La garnacha —extrema, hirsuta— no supo qué hacer. Lo mismo el boss, esto es, la garnacha suprema, haciendo un rictus vespertino como si lo acabaran de parir.
Los goles por lo demás eran un racimo de uvas.
El balón estaba poseído. [El balón Poseidón.]
Mucho de culpa tenían los pupilos, jugando, masacrando.
Gol contra la garnacha, al más estilo holandés. Doble gol, y ahí no había bebederos: sólo la cara maltrecha, el mal sabor de boca que era un home run, o un pedazo de culo malsano y a punto de fenecer.
Cinco —manita completa—, cero. Cinco, un anuncio del mar.

domingo, 28 de noviembre de 2010

"Balas de papel escritas" / Libros españoles e hispanoamericanos 19

Cuentos (casi) completos (2009), de Calvert Casey. Creo que muchos estarán de acuerdo conmigo en la idea de que la propuesta de Mario González Suárez está rindiendo sus primeros frutos.
No solamente el susodicho ha logrado desviar el decurso de nuestra expresión: también ha conseguido lo imposible: hacernos entender que la literatura de estos lares tiene, a la par, diversos orígenes que poco o nada se relacionan con los condicionamientos de la tradición.
La estupenda colección Singulares, de CONACULTA, es la evidencia de tal trabajo. En ella, el menos mexicano de nuestros escritores ha agrupado a un puñado de marginales que hablan sobre el limbo y sus paisajes alternos, esto es, sobre lo que jamás rendirá dividendos (el desasosiego) porque tal desaliño está concebido —ab obvo— para fastidiar al lector.
[Fastidiar al lector: lograr que las letras pueriles avasallen la vocación castrante del lego.] [Más: del avispado en el manejo chirri de lo local.]
Calvert Casey es una de las joyas del canon gonzalezsuareciano: un escritor discreto —¡muy discreto!— que ha pasado a la historia de la literatura cubana gracias a que supo decir que no.
No al éxito y a la salida fácil.
No al teacher's pet ni a la locura de la vejación.
[La vejación: añorar la cárcel —esa boca silente, diría Canetti—por algo así como la imposibilidad de decorar el esqueleto agarroso de la Revolución.]
Escritor destinado al olvido: Casey es un raro, un singular justamente por su nulidad.

"Ojos eran fugitivos" / Cine 118

The Kids are All Right (2010), Dir. Lisa Cholodenko. Esto parece que no cambia, pues cuando Hoollywood se mete con los temas "espinosos" nadie queda contento, todo el mundo se queja con justa razón...
El problema es la falta de malicia, de mayor madurez, ya que la vocación positiva de esta industria parece que impide ir más allá, demostrar que la vida no es tan nice y que el debate no se da, jamás, en el terreno de la polaridad.
Representar la vida en pareja de dos mujeres que se dedican a educar a sus hijos bajo el esquema del homoerotismo progre es //se entiende// un asunto que se debe aligerar, porque la consigna es demostrar que el conflicto no existe, que las transgresiones siempre son bienvenidas a menos que se salgan del esquema del buen vivir y en su lugar nos restreguen en la cara lo incómodo que puede ser la différance.
Mal tino el de Cholondeko: al esgrimir el asunto de la lesbianidad corre, con urgencia, al modelo de una soap opera matutina cuyo argumento jamás ha de incomodar.
http://www.youtube.com/watch?v=bdDSqgZ87fM (Tráiler.)

sábado, 20 de noviembre de 2010

"Ojos eran fugitivos" / Cine 117

Copie conforme (2010), Dir. Abbas Kiarostami. El magnífico director es capaz de crear obras excelsas de la nada, de sacar estupendas actuaciones con la menor provocación. Su nuevo filme-ensayo-diálogo es la evidencia de ello: se trata de un relato ficticio, en el mejor sentido del término, en el que las apariencias sí engañan.
No se debe decir nada más, creo, en estos casos, sólo que Kiarostami es la reserva de un cine fecundante, la certeza de que nada está escrito y que, a Dios gracias, el iraní todavía está en edad de crear una cuantas obras maestras.
10.
http//www.youtube.com/watch?v=LtbAW7zwldI (Tráiler.)

"Balas de papel escritas" / Libros españoles e hispanoamericanos 17

Tadeys (2009), de Osvaldo Lamborghini. La literatura de Lamborghini es un criadero de nervios, y de tadeys excitados.
Lo que Lamborghini describe es la imagen del cuerpo ultrajado, del cuerpo convertido en producto de consumo y penetración.
No hay nada nuevo en lo que Lamborghini plantea, no así su mirada cínica al hervir un tadey.
Entrar en el tadey, penetrarlo, excitarlo..., la cosificación de ese protohumano desmitifica el sueño de la razón.
El miedo, como dijo Roberto Bolaño, es el resultado normal de la salvajada lamborghiniana; pero también —agrego— el asco, el martirio, el deseo de que la literatura latinoamericana se hubiera quedado congelada en el tiempo y que sus imágenes se hubieran reducido a las monadas de la promoción del boom.
Me pregunto, así, ¿qué le aporta a la literatura latinoamericana esta "marranada"? Sin duda, la certeza de que los tadeys son comestibles y se pueden asar como lechones.
¿Qué no le aporta, luego, a la susodicha literatura? Enumero: el discurso bonachón de los escritores consagrados; la certidumbre de que McOndo no es más realista que Macondo; la idea de que la literatura "menor" tiene una reserva de moralidad; el respeto por el lector; la bravocunada entendida como signo de lo cool; el exorcismo como expiación... ¡Leer Tadeys es adentrarse en las entrañas de esa metáfora hemisférica que es "La comarca", una versión indie del infierno alighieriano!
Lamborghini/Tadeys: la literatura latinoamericana, gracias a esta dualidad, dejó de ser el vertedero de Norteamérica para convertirse en el vertedero de la Humanidad.
(El escritor argentino más próximo a Lamborghini, viéndolo bien, es José Hernández.)

jueves, 11 de noviembre de 2010

Jornadas de Comunicación-UIA Tijuana



Martes 16 de noviembre

09:00 a 09:30 Inauguración.

• Ing. Sebastián Serra Martínez. Rector de la UIA Tijuana.

• Palabras del Dr. Javier Hernández Quezada. Director del Departamento de de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Iberoamericana Tijuana.

09:30 a 10:45 “Navegar proceloso mares hacia mundos posibles”. Rutas e itinerarios de la investigación de la comunicación en Tijuana.

• Dialogan: Gerardo León Barrios y Ricardo Morales Lira.

Moderador: Gustavo Adolfo Vargas Corral.

11:00 a 13:00 “Oficio de artesanos: creadores y creaciones in situ”. Productos de alumnos de la Licenciatura en Comunicación.

Investigación.

• Culturas de Banda Ancha.

• Presentan: Gustavo Adolfo Vargas Corral y Fernando Herrera García.

• Sistema de Información y de Comunicación en Tijuana (SICT).

• Presenta: Lily Hayde Arana.

Productos Audiovisuales.

• Centro de Comunicación Audiovisual y Multimedia (CECAM).

• Presentación del Taller de Cine de Ficción de la UIA Tijuana.

Presenta: Marina Viruete.

• Presentación del Taller de Radiodrama de la UIA Tijuana.

Presenta: Andrea Espinoza Navarro.

• Avance del programa de televisión documental sobre la Historia del Teatro en Tijuana.

Presenta: Abigail Gómez Regalado.

• Avance del video documental “Memorias de la Tía Juana ”.

Presenta: Carolina Zepeda Cafuentes.

Miércoles 17 de noviembre

09:00 a 11:00 “ Letra sonora, tinta de imagen, pluma viajera”.

Comunicación y Literatura.

• Dialogan: Pepe Rojo, Roberto Castillo, Javier Fernández Aceves y Javier Hernández Quezada.

Moderador: Fernando Herrera García.

11:00 a 13:00 “Diálogo sobre un futuro cercano”

Charla entrevista entre Mónica Vega, directora del IMJUV y alumnos de la Licenciatura en Comunicación.

• Dialogan: Mónica Vega y alumnos participantes: Ernesto Esptía, Nayely Macías Ruíz, Belinda Roldán.

Moderadora: Michel Corazón Sánchez Núñez.

16:00a 18:00 “ Diálogo entre pares”. Campo profesional y formación de comunicólogos.

• Dialogan: Nora Elizabeth Pérez, Roxana Di Carlo, Karina Muñoz Mérida, Eduardo Cisneros y Jorge Reyna.

Moderador: Lily Hayde Arana Núñez.

18:00 hrs. Clausura del evento.

Ing. Sebastián Serra Martínez. Rector de la UIA Tijuana

domingo, 7 de noviembre de 2010

"Ojos eran fugitivos" / Cine 116

All about Eve (1950), Dir. Joseph L. Mankiewicz. Las apariencias engañan, nada es lo que parece, excepto el virtusiosmo de la Davis, en su mejor actuación.
Apuntemos que este portento es un símil femenino de Humprey Bogart, la representación del ser desencantado, del ser directo que poco o nada tiene qué decir.
Humo, cigarrillos, ojos vidriosos: la realidad de esta actriz es la del desasosiego matutino, la de la mañana mortal, luego de una noche de tragos fulgurantes y disquisiciones sin final.

Más sobre Lezama Lima y el Homenaje en Bellas Artes

Lezama Lima renovó la poesía hispanoamericana: Óscar de Pablo

Comunicado No. 1778

***Preparan homenaje al autor de Paradiso, en el centenario de su nacimiento, con un ciclo de conferencias

***Las ponencias serán del 9 al 11 de noviembre y participarán los poetas David Huerta, Oscar de Pablo y Hernán Bravo Varela, entre otros


La poesía de José Lezama Lima (La Habana, Cuba, 19 de diciembre de 1910-La Habana, Cuba, 9 de agosto de 1976) es profundamente subversiva y también provocadora, porque “refleja algo de nuestra condición como latinoamericanos que es la simultaneidad de múltiples realidades culturales, porque él es a un tiempo insular y profundamente conocedor de la tradición poética universal, vive en la periferia pero contribuyó a renovar la literatura en lengua española”, afirma el poeta Oscar de Pablo, quien participará en el homenaje que se le rendirá en México al poeta cubano, con motivo de su centenario natal.

Con el título Curso Délfico. A 100 años de Lezama Lima, se llevará a cabo del 9 al 11 de noviembre una serie de conferencias en el Palacio de Bellas Artes, en la que participan destacados escritores y estudiosos de la obra del autor de Paradiso, tales como David Huerta, Sergio Ugalde, José Luis Vargas, Jorge Ortega, Javier Hernández Quezada, Carlos Ulises Mata, Salvador Gallardo Cabrera, Óscar de Pablo, Hernán Bravo Varela y Epigmenio León.

En entrevista con Conaculta, el también poeta Óscar de Pablo habla de las características de la poesía de Lezama Lima, quien también frecuentó el ensayo, el cuento y la novela, porque asegura que es ahí donde radica la grandeza del autor de La muerte de Narciso.

Me interesa Lezama Lima como poeta, explicó, pues su trabajo es muy insinuante, pero muy difícil de comprender y también de editar. Su imaginación poética fue desbordada y capaz de hacer valer lo que a simple vista parecen caprichos o arbitrariedades, pero que poéticamente son un hallazgo y un misterio.

El autor de los poemarios Los endemoniados (Conaculta, 2004) y Debiste haber contado otras historias (Conaculta, 2006) señaló que Lezama Lima, junto con los poetas Vicente Huidobro y César Vallejo, contribuyó notablemente a la renovación de la poesía en Hispanoamérica: “Estos tres poetas, casi simultáneamente, hacen una especie de declaración de independencia de la poesía latinoamericana”, que ya no dependerá más de las formas poéticas de la Península, porque “América Latina ya se pone al frente del idioma español, dejando atrás incluso a los propios poetas españoles, a los que ya se tienen cosas que enseñar”.

Para De Pablo la poesía de Lezama Lima “es muy insinuante, poéticamente hablando, por ello hay que tratar de estudiarlo no como poetas sino como ensayistas y tratar de decir porqué es poderosa, y en que reside su grandeza. Aun la poesía tan cargada de misterio o de intuiciones, vale la pena abordarla tratando de descifrar lo descifrable en ella y también entendiendo lo que son simplemente imágenes de gran poderío, una poesía nueva”.

“Pienso que gran parte de su poder poético radica en sus contradicciones, pues era un hombre de mundo libresco, con una vastísima cultura, pero profundamente enraizado en su realidad cotidiana, estrictamente local. Su poesía nace de esta contradicción: su experiencia vital en lucha constante con su asimilación de la toda la tradición literaria, de todos los tiempos y todos los países”, abundó.

–Varios autores coinciden en señalar la poesía de Lezama Lima como voluptuosa, sensual, deleitosa, golosa, ambigua, en fin, de un marcado erotismo, ¿está de acuerdo?

–Él reivindica el uso de las palabras no con fines comunicativos sino con fines eróticos. Toda la poesía, en general, tiene un fin profundamente subversivo: se nos dice que el lenguaje sirve para comunicarnos –como se nos dice que el sexo sirve para la reproducción. En el caso de Lezama Lima el lenguaje sirve para sí mismo porque es placentero, y nos comparte ese derecho al placer en el uso de las palabras. Nosotros disfrutamos a la vez de sus hallazgos, de sus misterios. Su poesía no sirve para trasmitir un mensaje sino para trasmitir sensaciones intensas, donde también aparecen el desconcierto o la perplejidad ante ciertas imágenes que no se pueden descifrar, porque significan literalmente lo que dicen.

Homenaje en su primer centenario

Si José Lezama Lima fue un escritor prácticamente desconocido en su tiempo, “cuya lectura monopolizaba un pequeño círculo de iniciados”, explica el poeta David Huerta, actualmente “es leído en todo el mundo de habla española y sus textos han sido traducidos ya a varios idiomas. Tardíamente (re)conocido, Lezama supo sólo al final de su vida que la portentosa summa de sus escritos alcanzaba, conmovía e inquietaba a una gran cantidad de lectores, sobre todo a los jóvenes”.

La dificultad para acercarse a su obra fue su marcado intelectualismo, pues en su prosa y su poesía conviven saberes diversos: los autores grecolatinos, la historia de la pintura, la tradición de Oriente, la filosofía, la poesía mística y el saber hermético, entre otras materias. No obstante, supo Lezama abrirse camino con corresponsales de gran altura como Juan Ramón Jiménez, Alfonso Reyes y Octavio Paz, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, por mencionar sólo unos cuantos y por la edición, ejemplar, de su varias publicaciones impresas, señaladamente Orígenes.

Así, la vida y la obra de Lezama Lima serán analizadas y recordadas con motivo de su centenario natal en el Palacio de Bellas Artes, del 9 al 11 de noviembre. Esta celebración fue organizada por David Huerta (Premio Xavier Villaurrutia 2006) y parte del concepto Curso Délfico, acuñado por el propio Lezama Lima, y que consiste en una postura sibarita ante la vida: el buen gusto al comer y al leer. Una actitud gracias a la cual “cada libro debe ser una forma de revelación”, como asentó el autor cubano.

La primera conferencia tendrá lugar en la Sala Manuel M. Ponce, el día 9, a las 19:00 horas, y en ella participan Sergio Ugalde, Jorge Ortega, Salvador Gallardo Cabrera y Óscar de Pablo.

En la segunda, en la Sala Adamo Boari, a las 19:00 horas, estarán Javier Hernández Quezada, Carlos Ulises Mata y Hernán Bravo Varela. Finalmente, en el mismo lugar, a la misma hora, el 11 de noviembre, David Huerta y José Luis Vargas, cerrarán las charlas sobre el poeta y ensayista cubano.

De la vasta obra de Lezama Lima se pueden leer los poemarios Muerte de Narciso, Enemigo Rumor, Coloquio con Juan Ramón Jiménez, Aventuras Sigilosas, La Fijeza, Dador; reunidos en su Poesía completa (Letras Cubanas, 1970), la novela Paradiso (Editorial Era, 1970) y los ensayos Analecta del Reloj, La expresión americana, Tratados en La Habana, Las imágenes posibles y La cantidad hechizada, entre otros, así como los libros de cuento Juego de las decapitaciones y Patio morado.

martes, 2 de noviembre de 2010

Nota sobre la relación oralidad-literatura

Es evidente que la expresión literaria en América Latina no se entiende, en estos momentos, sin el recurso activo de la oralidad. En múltiples sentidos, dicho recurso se vincula con el significado del texto escrito, con su intención general al haber sido concebido como parte de un todo dinámico e integrador. Desde luego, precisar tal relación implica preguntarse sobre el vínculo entre el habla y la escritura o, planteado de otra manera, sobre la naturaleza que determina ese vínculo en el entendido de que hay que dejar de lado particiones dicotómicas que, en ocasiones, lo único que hacen es denegar un hecho fundamental: me refiero a lo que Bernardo E. Pérez Álvarez denomina la “concepción discursiva” del emisor (2010, p. 101). Esto, pues, supone entender que si bien lo oral es diferente de lo escrito y de cualquier otro tipo de medio comunicacional, ambos recursos tecnológicos pueden formar parte de una relación determinada por la actividad discursiva del sujeto, quien, al final de cuentas, es el que decide cómo utilizar el lenguaje, desde qué perspectiva construir un texto, cómo enlazar sus relaciones, etcétera.
En efecto, soy de la idea de que abordar el tema del discurso hablado, con respecto a la literatura, obliga a cualquiera a considerar los aspectos puntuales de una manifestación oral, cuya concreción depende de muchos factores. Y ello es que, de acuerdo con Walter J. Ong, cuando se analiza semejante manifestación se descubre, por ejemplo, que el ritmo y la prosodia juegan un papel fundamental en el momemnto en que motivan tanto el desarrollo de la memoria como el “proceso de la respiración, la gesticulación y la simetría bilateral del cuerpo humano” (1987, p. 41). De esta suerte, asegura el autor, es necesario partir del hecho de que el discurso hablado, en realidad, manifiesta una serie de características del pensamiento y la expresión orales, las mismas que se concretan en el texto escrito y determinan, repetimos, su significación.
¿De qué manera, luego, la palabra hablada tiene eco en la palabra escrita? ¿Cómo se da ese nexo, si es que se da, entre algo que aparentemente es acumulativo antes que subordinado, redundante y copioso, y eso que no se altera con el paso de los años, eso que permanece fijo a pesar de los cambios sociales que se generan y modifican la interpretación?
En el caso de la literatura latinoamericana, declarábamos, el vínculo entre la oralidad y la escritura supone considerar la historia de esa huella fonológica que es la voz, o lo que es lo mismo su presencia recurrente en una línea temporal donde, en ocasiones, el paradigma imperante ha definido su protagonismo y, de modo contrario, su marginalidad. Sin duda alguna, al aludir a esto, nos referimos a la idea de que el autor plasma en sus escritos una morfosintaxis del discurso hablado con el objeto de imitar el eco externo del yo, el cúmulo de palabras funcionales que explicitan la tendencia del hablante cuando nombra de tal o cual manera el ámbito de lo real. Así, habría que indicar que la incorporación de los “rasgos” determinantes del discurso oral facilita que el texto literario revele la expresividad del habla, sobre todo cuando precisa señales de contacto, autocorrecciones del emisor, autoafirmaciones, interjecciones, fenómenos de atenuación, duplicaciones, atribuciones al interlocutor, cambios de sentido, exageraciones o excesos, énfasis e insistencias, reducciones y alargamientos de palabras, elipsis, frases hechas, entre un sinfín de recursos psicodinámicos (Vigara Tauste, 1992).
De ahí que no esté demás sugerir que el uso de la palabra hablada, en el texto literario, suponga esa “impregnación ajena al cuerpo” que, de acuerdo con Raymundo Mier Garza, colige la “evocación residual de una sensación […] la síntesis de una morfología sonora singular, un devenir inteligible del ruido, proferido no primordialmente para la designación de los objetos, sino para la realización expresiva de los vínculos”; lo cual, insiste, conlleva entender que los “rasgos” orales trastornan lo escrito, le brindan un significado alterno, justamente cuando origina un “paisaje de fracturas y discontinuidades” (2010, pp. 13-16).
Históricamente hablando, esta morfosintaxis del discurso oral, plasmada en la obra literaria, ha respondido a diferentes necesidades. En un primer momento, huelga afirmar, muestra el distanciamiento de clase que existe entre aquél que domina el discurso escrito y aquél que lo desconoce, entre aquél que es dueño de la palabra y aquél que carece de la misma debido a su pertenencia grupal o ubicación social. Tal circunstancia, en efecto, permite que la representación literaria de los “rasgos” orales sean influidos por un orden estabilizador que somete la diferencia en aras de legitimar lo que, de modo brillante, Julio Ramos ha definido como el “saber decir”, esto es, el trabajo sobre la lengua que, durante el siglo XIX, intenta subordinar el “extravío de la fantasía — de todo lo "espontáneo", a tal efecto— a la regularidad de la razón” y establecer de ese modo una serie de normas lingüísticas, destinadas a corregir el problema de la informalidad y del caos (2003, p. 42). Obviamente, en el proceso de ruptura y fragmentación de la institución literaria, a partir del siglo XX, el discurso hablado se convierte en un discurso productivo, dado que involucra la voz del otro, la voz del sujeto que, ahora, enuncia las cosas con mayor libertad, distanciándose por ello del esquema normativo y exponiendo la lógica de un discurso divergente, ajeno a los criterios tradicionales del “saber decir”. Casos ejemplares, en esa dirección, son las aportaciones de la novela de la revolución mexicana, de la narrativa vernácula y del indigenismo, donde es frecuente encontrar referencias alusivas a los modos del habla de una determinada región, así como precisiones lingüísticas que refieren el vigor de la expresión popular. De igual modo, resaltan las aportaciones ulteriores de la denominada narrativa de la transculturación, en la que se da un uso creativo del habla y en la que, según explica Ángel Rama, las soluciones imitativas no hallan cabida ni continuidad (1982).
En la actualidad, la lista de autores latinoamericanos que echan mano de los “rasgos” del lenguaje hablado es bastante larga y ello ejemplifica, en nuestra opinión, los cruces que se dan entre dos manifestaciones en apariencia intermitentes y desvinculadas. Insistir, por ende, en lo productivo de la relación oralidad-escritura permite comprender la riqueza de una tradición literaria donde la voz encuentra su resonancia textual.

REFERENCIAS
Mier Garza, Raymundo (2010). La multiplicidad de las voces: la narración como juego de vínculos. En Isabel Contreras Islas y Anna Dolores García Collino (Coordinadores), Escritos sobre oralidad. México: Universidad Iberoamericana, 13-32.
Ong, Walter J. (1987). Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra. México: Fondo de Cultura Económica.
Pérez Álvarez, Bernardo E. (2010). Transformaciones estructurales entre el habla y la escritura. En Isabel Contreras Islas y Anna Dolores García Collino (Coordinadores), Escritos sobre oralidad. México: Universidad Iberoamericana, 100-149.
Rama, Ángel (1982). Transculturación narrativa en América Latina. México: Siglo XXI.
Ramos, Julio (2003). Desencuentros de la modernidad en América Latina. México: Fondo de Cultura Económica.
Vigara Tauste, A. (1992). Morfosintaxis del español coloquial. Madrid: Gredos.

lunes, 1 de noviembre de 2010

INBA-Lezama Lima

Destacados poetas revisarán la novela Paradiso en el homenaje Curso Délfico. A 100 años de Lezama Lima
Del 9 al 11 de noviembre de 2010, a las 19:00 horas, en el Palacio de Bellas Artes. Entrada libre
“Cada libro debe ser una forma de revelación”, premisa de José Lezama Lima
Con motivo del centenario del natalicio del poeta y ensayista cubano José Lezama Lima y en reconocimiento a la enorme importancia de su obra cumbre: la atípica novela Paradiso, el Instituto Nacional de Bellas Artes presenta el homenaje Curso Délfico. A 100 años de Lezama Lima, que tendrá lugar en el Palacio de Bellas Artes.
Dicha celebración es organizada por el poeta David Huerta (Premio Xavier Villaurrutia 2006) y parte del concepto “Curso Délfico” de José Lezama Lima, para quien dicha noción representaba una postura sibarita ante la vida: el buen gusto al comer y al leer. Una actitud gracias a la cual “cada libro debe ser una forma de revelación”, como lo escribió el escritor cubano en su novela Oppiano Licario.
Para realizar una aproximación a la obra y legado de este autor, figura clave en la literatura latinoamericana, los especialistas presentarán los temas: Lezama en el desierto, Lezama Lima: los vínculos, las imágenes, el caracol y la escalera; Hacia una teología insular, Taumaturgia es la palabra, Las cuatro escalas del itinerario lezamiano en México: D.F.-Cuernavaca-Taxco-Puebla y Un secreto homenaje: Efraín Huerta y José Lezama Lima.
Los poetas que participan en el homenaje Curso Délfico. A 100 años de Lezama Lima son: Sergio Ugalde, José Luis Vargas, Jorge Ortega, Javier Hernández Quezada, Carlos Ulises Mata, Salvador Gallardo Cabrera, Óscar de Pablo, Hernán Bravo Varela y Epigmenio León. El poeta David Huerta será quien realice la clausura del curso.
José Lezama Lima (nacido el 19 de diciembre de 1910). Fue autor de una obra culterana, saturada de claves, enigmas, alusiones, parábolas y alegorías que aluden a una realidad secreta, íntima y, al mismo tiempo, ambigua. Lezama Lima desarrolló una erótica de la escritura, anticipándose, de esta manera, a las corrientes europeas de la estilística estructuralista.
Sus ensayos son imaginativos, poéticos, abiertos y constituyen una recreación de textos y visiones. Autor de los poemarios Muerte de Narciso, Enemigo Rumor, Coloquio con Juan Ramón Jiménez, Aventuras Sigilosas, La Fijeza, Dador; los libros de ensayo: Arístides Fernández, Analecta del Reloj, La expresión americana, Tratados en La Habana, Las imágenes posibles, Esfera imagen. Sierpe de Don Luis de Góngora, La cantidad hechizada, Introducción a los vasos órficos, Las eras imaginarias, los libros de cuento Juego de las decapitaciones, Patio morado, y sus novelas Oppiano Licario y la celebérrima Paradiso, publicada en 1966.
La mesa inaugural se llevará a cabo el martes 9 de noviembre, a las 19:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes --como parte de la temporada A las puertas del Palacio--, con la presencia de Jorge Ortega con el tema Lezama en el desierto, en compañía de Óscar de Pablo y Salvador Gallardo Cabrera, quienes presentarán la charla Lezama Lima: los vínculos, las imágenes, el caracol y la escalera. Moderador: Sergio Ugalde.
Curso Délfico. A 100 años de Lezama Lima continuará el miércoles.