jueves, 12 de abril de 2012

Sinestesia II

Imagina el asedio; disfrútalo. Observa cómo se mueven, cómo te intimidan; y si no te basta, invócalos, que todo se desmorona.
Así, como desde el principio, cuando la revelación fue el caos (el doble caos).
Os lo prometo: todo se desmorona.

Sinestesia

Lo congruente se reduce al caos: el del origen.