sábado, 24 de abril de 2010

"Ojos eran fugitivos" / Cine 84

A Single Man (2009), Dir. Tom Ford. Al ver películas como ésta, no dejo de pensar en los problemas que el esteticismo genera, principalmente cuando se trabaja con un guión que reclama poco, en términos de lo formal; me explico: con un guión que se resuelve al vacío, para funcionar. Semejante práctica, desde luego, no deja de ser sino la evidencia de que el cine es algo extraño, que se vende al mejor postor y que siempre (¡siempre!) admite lo contrario: es decir, que lo filmado vaya por ahí y lo esencial por allá, en algo así como en una carrera múltiple que no sabemos dónde terminará.
http://www.youtube.com/watch?v=aypyJtHzC70 (Tráiler.)

Malestares, fallas de origen

¿Problemas?, no, lo que tenía eran malestares, fallas de origen; por eso cualquier cosa se me complicaba, hasta la más sencilla, y por eso estuve a punto de tirar la toalla, en un par de ocasiones. Pero no sé, algo ocurrió; tal vez una paloma cruzó el firmamento y me dio un mensaje (un mensaje secreto, claro); tal vez un árbol, visto a la distancia, me indicó el camino (eso, invariablmente, siempre ocurría: regresaba de correr y los árboles, como si formaran parte de una manada, se frotaban las hojas, hacían ruido...). En pocas palabras, pasó algo, algo muy bueno que me permitió dialogar con mis malestares, tratarlos bien, porque si no, el asunto se complicaba.

Water

Se lo dije, se lo expliqué de todas las formas pero me ignoró; no le importaba, o si le importaba era sólo para pasar el rato. Así que yo también me hice a un lado; que sucediera lo que tuviera que suceder, pensé, al fin y al cabo cada quien sabía cómo resolver sus rollos.
No obstante y siendo honesto aquel día estaba inquieto, como en esas ocasiones en que intuyes que debes arreglar algo a la brevedad, porque si no la situación empeorará. Fastidiado, recuerdo que salí de casa y me dirigí hacia donde nos habíamos conocido, que era en las escaleras del Palacio Municipal.
Pero bueno, no me detengo: entré al edificio y sin pensarlo dos veces me dirigí hacia el centro de la explanada, a fin de llevar a cabo mi plan: escupir dos veces ese lugar, pues tal era el modo liberarme, de comenzar otra vez.
¿Brujería, magia popular? Llámale como quieras, pero a partir de ese día mis problemas se acabaron.

sábado, 17 de abril de 2010

Filosofía in situ

"Nos regalan pocas cosas y nos la tenemos que ganar todas".
Pep Guardiola

"Balas de papel escritas" / Libros españoles e hispanoamericanos 15

Museo de la revolución (2007), de Martín Kohan. Esta ¿novela? me genera sentimientos encontrados como, supongo, toda propuesta intermedia, que no se define, lo sabe hacer.
Por un lado, me mueve a pensar en la indefinición de los géneros literarios, en lo que se ha dicho sobre el tema y en los alcances que tal especulación produce al momento de crearse un texto narrativo cuya experimentación es manifiesta o, cuando menos, latente; por otro (y aquí ni cómo dudarlo) en la certeza de que a pesar de que las cosas no se pueden definir como queramos y vivamos en una época de relativismo absoluto (oh, olvidada posmodernidad haz llegado para quedarte), las estructuras jamás mienten ya que éstas, creo, carecen de esas "hostiles delimitaciones que la necesidad [y] la arbitrariedad [siempre establecen] entre los hombres" (F. Nietzche). Y esto porque Museo de la revolución sugiere que existe algo de forzado en sus entrañas: algo que no se acaba "cocer" y que se vincula con el hecho de amarrar navajas a mansalva y convertir a la Historia en una obertura insípida, en una introducción somera al espectáculo de la soledad.
Ciertamente, no soy quién para cuestionar los planteamientos de la novela, ni sus tesis centrales (la Revolución = entelequia ad aeternum / la Mujer = Eva ad aeternum); tampoco los "desbalances" que presenta y que, de repente, obligan a cualquiera a preguntarse qué diablos pasa, de qué se trata el asunto...; pero lo que sí pongo en entredicho es la lógica de esas truculencias malhabidas que no quitan el sueño, el recurso del final traumático que no debemos olvidar porque, según parece, es el meollo (¡el gran meollo!) de la cuestión.
...

viernes, 16 de abril de 2010

Otro; otra

Otro perro menos. Más bien, otra perra menos.
Así de sencillo.
Antes había sido lo del primero, cuyo tumor colgante nos impactó. Ahora lo de la perra, quien dejó de existir.
Mi madre, al final de cuentas, me llamó y me dijo que todo había sido muy rápido... Un colapso, después de otro.
Los perros, pienso, ahora se mueren con mucha frecuencia. Se trata de una racha de muertes y muchos dolores. Lo mismo ocurre en la ciudad, y en el país. Esto es, la gente se muere y los perros también, como si se tratara de un binomio: del binomio perro/gente-muerte.
Un respiro, eso es lo quiero.

domingo, 11 de abril de 2010

"Balas de papel escritas"/ Libros españoles e hispanoamericanos 14

Presiones y diamantes / Pequeñas maniobras (2002), de Virgilio Piñera. Yo creo que a estas alturas del partido lo normal hubiera sido que la obra de Piñera estuviera fungiendo un papel determinante en el desarrollo de lo que, a falta de mejor término, denominamos literatura latinoamericana; un papel determinante, renovador, que cambiara la vocación trágica y solemne de la misma. Pero la verdad es que ni cómo pedirle peras al olmo, dado que es evidente que la obra de este marginal a penas si interesa a un grupo de especialistas, que, las más de las veces, suelen vincular sus sentidos con los de una subcorriente estética (la de los escritores secretos), de alcances limitados.
Tal vez, semejante falta de interés debería celebrarse; y esto porque resulta obvio que Piñera siempre puso en entredicho el clamor del gusto popular y, sobre todo, las mieles del éxito que la crítica de "teclado ligero" (Lezama Lima) suele prodigar. Decir luego que Piñera es un outsider, ante los ojos de la autoridad, es como decir que el día posee 24 horas o que el Barcelona es el mejor equipo del mundo.
Escritor "malo", si partimos del criterio profesional: en Piñera las cosas suenan a medias, los planteamientos son arbitrarios, las estructuras fracasan, y sin embargo soy de la idea de que eso es lo que lo vuelve interesante, por no decir valioso; o sea, su planteamiento de una literatura personal que atiende a los impulsos interiores antes que a los deberes sociales.
Es evidente, repito: Piñera es la antípoda de un escritor racional y programático, en el sentido de que para él lo fundamental es dar cuenta de una lógica de las cosas, de una idea de la escritura que reniega, en principio, de la determinación. Escritor anti-muchas-cosas: el cero a la izquierda de la "isla en peso" refiere ese discurso poco conciliador, ese discurso malogrado que reclama un nuevo contexto de interpretación: aquél donde el lector se olvide de los "acuerdos" y exiga su cuota de vulnerabilidad.

"Ojos eran fugitivos" / Cine 83

Agora (2009), Dir. Alejandro Amenábar. Hay cosas que no salen, por más que uno quiera; cosas que se van de control, o que, al revés, de tanto control se convierten en la evidencia de nuestra "egoticidad".
Algo de eso, creo, ocurre en la última película de Amenábar, un cineasta al que se le da mejor la "épica sordina" que el espectáculo milleniano.
Recomendación, o sugerencia, como me gusta decir: lo mejor sería volver a Galicia y a sus días nublados, a sus días tristes.
http://www.youtube.com/watch?v=dYgwR7QCBZc

"Balas de papel escritas" / Libros españoles e hispanoamericanos 13

Formas breves (2005), de Ricardo Piglia. Cada día que pasa me resulta más difícil emocionarme con lo que leo. Mejor, cada día que pasa me cuestiono más sobre la necesidad de leer y de estar al corriente con lo que se publica aquí, allá y acullá. Por mí, que nadie escriba, que nadie publique, que nadie lea: hay tanta porquería en el ambiente que lo mejor es olvidarse de que existen personas que viven de la escritura y por la literatura.
Piglia me gusta, esencialmente, por algo: porque es un escritor gris, cuya estrategia es carecer de estrategia.

domingo, 4 de abril de 2010

"Ojos eran fugitivos" / Cine 82

Logorama (2009), Directores François Alaux y Hervé de Crécy. Desubicar, contar otras cosas, cambiar los sentidos: este corto, cómo dudarlo, es la muestra de que nada está perdido, de que la iconosfera se puede trastocar.
http://www.aeromental.com/2010/02/16/logorama-pelicula-completa-un-gran-corto-animado-con-logos/


Ataque de pánico (2009), Dir. Fede Alvarez. Corto apocalíptico que versa sobre la llegada de un puñado de androides interstelares y la destrucción que dejan. Corto también "barato" que demuestra que las nuevas tecnologías, a partir de ya, son las mejores armas que los cineastas periféricos tienen para hacerse notar.
http://www.youtube.com/watch?v=-dadPWhEhVk

Temblor

[Vaya,]
[la pesadilla,]
[pues estaba durmiendo y de pronto,]
[—y como en las noticias—,]
[que temblaba,]
[que temblaba.]

"Ojos eran fugitivos" / Cine 81

Rope (1948), Dir. Alfred Hitchcock. En este filme, el reto para Hitchcock era asumir que las reglas se reinventan de modo permanente, que no hay nada escrito, ni siquiera en aquello que está probado a la perfección. Si no, ¿cómo entender la propuesta de filmar en un solo set, acudiendo al recurso dinámico de los planos-secuencia, al que tanto jugo le sacarán directores tan poco hitchcocknianos como Federico Fellini o Robert Altman? ¿Cómo, pues, entender la decantación del gran gurú, en términos de contar lo más con lo menos, de narrar una historia en la que lo secundario es el crimen, efecto de la gélida reflexión?
Hitchcock, Hitchcok, Hitchcock: el cine también posee su santísima trinidad.
http://www.youtube.com/watch?v=VCFP6vDkSUE (Tráiler.)
http://www.youtube.com/watch?v=ABK_F2noItw&feature=related (Fragmentos del filme.)

sábado, 3 de abril de 2010

Imágenes

Me dolían los ojos, y ya no podía ver. Por esa razón los cerré, y me concentré en mis imágenes.
Adentro, me daba cuenta, no necesitaba ver. Los pájaros de fuego dejaban su estela fulminante y las ramificaciones nacía con intensidad. Todo aquello era mío, pensaba, sólo mío.
Cuando abría los ojos, tenía la sensación de que la realidad me rechazaba y que lo único que debía hacer era volver a mis adentros, como lo hacen, habitualmente, los desahuciados.

Barcelona

El Barcelona ataca de nuevo, y la Liga se pone al rojo vivo.

Ritmo

El dilema no es tanto dejar de escribir, sino saber que cuando se deja de escribir lo que sigue es la recriminación y la pérdida del ritmo. El ritmo, el maldito ritmo, que es lo único que se requiere. Aleluya.

"Ojos eran fugitivos" / Cine 80

El secreto de sus ojos (2009), Dir. Juan José Campanella. Buen filme de principio a fin, y con una secuencia de antología (la del estadio de futbol). Buenas también las actuaciones y los diálogos... En fin, filme sosegado que en lo particular me plantea algunas cosas respecto a los efectismos cotidianos, y a los dilemas de una moral que, en el presente caso, se llevan al límite.
Muy en particular, la idea del castigo cobra sentido, pues lo que se plantea es el hecho de que castigar es tomar medidas por cuenta propia, experimentar la sensación de que uno es quien decide las cosas y no los demás: no ese sistema de justicia podrido y corrupto que, en el acto, se convierte en un correlato: el de la pesadilla.
http://www.youtube.com/watch?v=zD7z_4liXXk&feature=related (Tráiler.)

jueves, 1 de abril de 2010

"Ojos eran fugitivos" / Cine 79

Shutter Island (2010), Dir. Martin Scorsese. Me parece que el maestro Scorsese sale bien librado de este thriller psicológico, pues meterse con los subgéneros, a estas alturas del partido, es de locos. Siguiendo, en todo caso, las rutas que se han delineado, y que han permitido pocas variaciones en el recorrido, el afamado director presenta una película "comercial" donde la mezcla de lo onírico con la paranoia da buenos resultados: vaya, que lo que intento decir es que a pesar de que Scorsese resulta poco original, poco innovador, cumple con las expectativas.
Interesante y entretenida, Shutter Island es un divertimento, un reto para este director, quien, en el afán de celebrar lo visual, no escatima recursos.
http://www.youtube.com/watch?v=HYVrHkYoY80 (Tráiler.)