La dificultad está en la elección.
Si yo eligo, pierdo la oportunidad de experimentar lo "impensable".
Lo mejor es no elegir; lo mejor es cerrar lo párpados.
Al elegir, debemos ser conscientes de que nunca elegimos.
Las cosas nos eligen.
Las dificultades no existen: lo que existen son las elecciones.
Lo esencial es la negación, o el impedimento.