sábado, 21 de junio de 2008

Vecinos incómodos

Que nadie se espante: el acto de dormir está en desuso. Y ello se debe a un sólo factor: a saber, la música grupera se ha convertido en la respuesta del(os) vecino(s) a la "pavorosa sombra fugitiva" de la noche (Sor Juana..., o eso creo).
No importa, pues, la hora o el día: el objetivo del(os) vecino(s) es que el "pasito duranguense" degenere en rito de iniciación, y posibilidad de cambio. (En desarreglo de los sentidos, y de la razón.)
Pero ¿qué implica, en concreto, esta situación? Al menos, tres cosas:
1. Que la noche presente su faceta más norteña.
2. Que nos empecemos a ser fans de Diana Reyes (la reina del "pasito duranguense") y
3. Que los oídos nos sumben-retumben todo el día.
Ante el estruendo nocturno de la música grupera, hay que empezar a dormir por las mañanas. Hacer, en fin, que la inacción de los sentidos se acostumbre a padecer nuevas cantinelas y bochinches.
Como México no hay dos (por fortuna).

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