domingo, 7 de marzo de 2010

Futbol

"No, nunca me ha gustado. Por eso prefiero correr, levantarme temprano, a las cinco, y salir".
"A mi hermano sí le gusta, incluso lo juega. Pero siempre termina igual: molesto y ansioso, con estrés.
"Eso es lo que hace: te estresa, te pone nervioso".
"Digamos que cuando juegas, cierto, quieres ganar, ser el mejor; y cuando no, lo mismo: te sientes parte de, obtienes un reconocimiento del que careces".
"Fíjate, en el mejor de los casos, lo que ocurre: en un mundo como éste, en el que existen pocos ganadores, es el opio perfecto, la prédica de un triunfalismo generoso, a pasar de que la vida te trate muy mal".
"Como te decía, prefiero correr, competir conmigo mismo, o con mis fantasmas".
"Correr, todos los días, como si fuera un acto de contricción, como un rechazo de la norma, de la indicación".
"En el futbol la cosa no funciona así, no puede funcionar así: los jugadores, los hinchas, todos, están inmersos en el estrés, todos son el estrés (lo alimentan), porque lo importante no es ser digno ni ser noble, sino al revés".

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