El monólogo del Barça, y los gritos (los valadros) de repente. Y es que se trata del primer gol... Y luego del segundo. De un gol que se repite, hasta el infinito; de un gol reiterativo, que amenaza con encender los ánimos de quienes observan las maneras de este equipo que se sale. (Decía, dos goles; después tres, después cuatro.)
Henry, Alves, Xavi, Messi, Eto'o... Definitivamente, en Can Barça el entusiasmo está generalizado.
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