miércoles, 24 de diciembre de 2008

Escritura, escritura, escritura...

Qué dificil es escribir cuando uno tiene mil cosas en la cabeza. Qué difícil es agarrar la pluma cuando no hay nada qué decir. Por eso no sé si admirar a o desconfiar de aquellos que producen toneladas como si nada, y afirman que la escritura, particularmente, es una gracejada menor, la cual jamás se debe magnificar.

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