Qué dificil es escribir cuando uno tiene mil cosas en la cabeza. Qué difícil es agarrar la pluma cuando no hay nada qué decir. Por eso no sé si admirar a o desconfiar de aquellos que
producen toneladas como si nada, y afirman que la escritura, particularmente, es una gracejada menor, la cual jamás se debe magnificar.
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