Cuentos mexicanos inolvidables (1994), t. 2, de Edmundo Valadés (antologador). Al decir de muchos, la generosidad de don Edmundo Valadés no tuvo límites —o por lo menos jamás se dio a cuenta gotas, como suele suceder. Y ello, pues, no por otra cosa sino por lo consabido:
1) haber sacrificado una obra personal (muy sugerente, por cierto), en pos de preparar antologías como ésta y
2) haber puesto todos sus empeños en difundir el género literario que menos paga en nuestro país y el cual, paradójicamente, más satisfacciones nos ha brindado: hablo del cuento, género singular y preciso que, en libros como el presente, sintetiza lo mejor de una tradición.
Nobleza obliga, de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario