Domingo, por la mañana. Limpieza, básicamente, y lecturas intermitentes de Elias Canetti.
Hoy, parece ser, habrá escazas posibilidades de escribir, o de garabatear. Ya lo presiento. El día se antoja volátil y perdidizo. Así ocurre.
Dar clases tiene su costo.
1 comentario:
Qué pasó, maestro? Ya no ha habido más posts. Ya me había acostumbrado a leer uno casi cada dos días!
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