sábado, 19 de junio de 2010

José Saramago (1922-2010)

Resalta, a la izquierda, Paco, el peruano, de quien no me despedí al regresar al rancho...; después, el que postea, a un lado del finado...; luego el finado, el ilustre Saramago, con esa bonohomía que no desencajaba...; inmediatamente después, Joselo: alto y flaco como una especie de Franz Kafka ecuatoriano...; y por último, el convidado de piedra, el chileno Jorge Edwards, el mismo que hablaba con un político importante esa mañana gris en la que el frío nos conjelaba las pestañas.
Joder.

1 comentario:

Allan Herrera dijo...

que suerte haber conocido a tan gran escritor; que suerte poder seguir disfrutandolo atraves de donde mas lo desconocen (quienes tienden a difamarlo -el apestoso vaticano-) y atraves de donde mas lo conocemos (quienes en verdad sabemos su inigualable calidad humana), las letras.