Gomorra (2008), Dir. Matteo Garrone.
Fuerte. Cercana. Y contundente. Tales son las palabras que se me ocurren luego de ver el filme de Garrone: un filme en el que la ley —según postula el director— es algo inexistente y digno de vilipendiar, sobre todo cuando hay mucha "pasta" de por medio y... Pero ¿cuáles, en concreto, son los méritos de este tour por las zonas "calientes" de Nápoles y sus alrededores? Pues digamos que varios, que muchos...; aunque en particular, el que más me sorprende es aquél que muestra la manera en que la violencia se normaliza y pasa a formar parte de los referentes cotidianos. Una violencia social, en cuanto su prodigalidad y fortaleza, y en cuanto a su capacidad para justificar el estado de las cosas, ya que, finalmente, ese es el planteamiento central de Garrone: o sea, el comprender que los ilícitos se dejan hacer, y se combaten a medias, porque de ellos dependen muchas personas y porque, de antemano, se comprueba que el Estado se encuentra en franca desventaja al combatir el rizoma del hampa.
Violencia universal, que se expande como la hiedra: en Gomorra, Garrone habla de Nápoles, de Italia y de todo el mundo (México incluido, claro), puesto que muestra el pan nuestro de cada día sin espectacularidad y esperanza de nada.
http://www.youtube.com/watch?v=QeuLCXwvOgw (Tráiler.)
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