Tengamos en cuenta la veracidad del relato. Como si nos lo hubiera contado un ser querido, o un buen amigo que hace mucho tiempo dejamos de ver.
O como si nos lo hubiera contado una figura de autoridad, seria y responsable.
Este es el relato:
"...Lo primero fue el susto, pues vi la nube negra, brotando con intensidad.
"...Después la impresión, y esto porque la mayoría de la gente estaba muerta, sin color; muerta, o así me lo pareció, con el rostro pálido.
"...Semejante blancura, desde luego, me hizo tomar una decisión. Y la decisión fue clara: volver a la de ya, porque la nube inmensa, negra, iba a estallar; la dichosa nube, y los rayos, que partían la tierra en dos.
"...Así que corrí con todas mis fuerzas, pisando los cuerpos rígidos, subiendo las montañas que formaban, viendo sus rostros.
"...Por eso regresé, porque cada paso que daba me alejaba de la nube negra; de esa nube oscura, que se empequeñecía y pasaba a formar parte de otra dimensión".
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