Indigènes (2006), Dir. Rachid Bouchareb. El único aspecto positivo del desempleo es que nos permite ver aquellas películas de ¿autor? que salieron hace tres (o más) años, y siempre llamaron nuestra atención. Una de estas películas es Indigènes: obra soberbia donde las haya, la cual versa sobre el racismo imperante en el ejército francés durante la Segunda Guerra Mundial, y sobre la banalidad de las ilusiones, llámese patria, bandera o sentir nacional. Aunado a ello, hay que añadir que Indigènes presenta una narrativa tranquila cuya sobriedad, a todas luces, resulta efectiva: carente de efectos especiales que obnubilen la percepción del espectador y desprovista, por ende, de ese barroquismo plástico al que estamos tan acostumbrados (y el cual, al decir de Josep Alemany, "muestra la muerte con un derroche de ketchup y tripas"), la susodicha ofrece una imagen distante del horror que hiela por su frialdad y crudeza.http://www.youtube.com/watch?v=6cLFaSaiU8Y
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