The Dead (1987), Dir. John Huston. El canto del cisne de este director no podía ser menos perfecto, y melodioso. Es el clímax de su sensibilidad, el referente que debemos tener para evaluar las aportaciones que hizo a lo largo de su carrera. Pero vayamos al punto... En The Dead, Huston resume magistralmente el sentido de la existencia, y de las relaciones sociales que la determinan. Es un filme que evidencia el peso del ayer, y su impronta en cada acto. O mejor, un filme que no indaga en los precedentes, que no se vuelca en ellos, sino que los proyecta como signos y/o secretos que explican el ahora. Precisamente, y gracias a esta evocación profunda, es que The Dead funciona como un resumen del bios, como un compendio de lo fijo que mueve a las personas... y a los objetos. De hecho, esta es una de las premisas centrales del filme: la idea de que los objetos perduran, de que son testigos mudos de nuestro deterioro, pues forman parte del tiempo, cuando no son el tiempo.
Cine que roza la perfección, o que la alcanza: esta obra maestra de los detalles es, tal vez, una de las lecciones de vida más gratas que existen.
Felices fiestas.
http://www.youtube.com/watch?v=jcCVa4S_9PE (Trailer.)
http://www.youtube.com/watch?v=vttKjQ5m6Nc (Fragmentos del filme.)
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