Vals con Bashir (2008), Dir. Ari Folman. Por una u otra razón ajena a mi voluntad, no había tenido oportunidad de ver este documento animado sobre el conflicto árabe-israelí, y la reflexión que me deja no es otra: el cine, o eso que por mera comodidad hemos denominado como tal, es un instrumento efectivo de concienciación que —en buenas manos— inspira, e incita. Centrada en la tragedia habitual que padecen los refugiados, Vals con Bashir es un triunfo definitivo de la voluntad, cuando, presta a indagar en la "Razón de estado", revela los compromisos que se tejen con la ignominia. Su poderosa fuerza radica luego no sólo en las imágenes que nos brinda del horror sino, sobre todo, en la frialdad con que se cometen los actos y en la impunidad que generan; o si lo queremos ver de este modo, en su mímesis ralentizada que igual se detiene en el genocidio libanés, que en el heroísmo solitario de un soldado raso que huye de la muerte, al arrojarse al mar. Vals con Bashir, por ende, es un filme que plastifica la guerra y la despoja de sus justificaciones, ya que sólo así, dándole esa forma, queda grabada en la conciencia por mucho tiempo.
Más que excelente.
http://www.youtube.com/watch?v=_J9uoLMhMhs (Tráiler.)
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