sábado, 13 de febrero de 2010
Digresión
Mónica dijo: "Los problemas se van, dejan de existir, porque no sabemos nada...; pero eso al final no importa, dado que siempre estamos a la expectativa, volcados a la televisión, esperando a que surjan nuevas imágenes que nos hagan sentir mal. Las imágenes entonces nos convierten a todos en penitentes...; mas en un tipo de penitentes de segunda clase, con poca memoria y poco dolor, pues lo que acostumbramos a hacer es llorar cinco minutos para después hablar de lo que nos sucedió, lavarnos los dientes e irnos a acostar. Y no obstante los problemas siguen ahí, a la distancia, en otra dimensión; y es cuando se siente un dolor profundo, que crece, que se expande, hasta salirse de control".
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