Divorzio all'italiana (1961), Dir. Pietro Germi. Clásico del sarcasmo que refiere las tribulaciones parcas del marido frustrado y harto del aquelarre matrimonial. Todo un espectáculo de la desesperación, cuantimás si hay motivos para ello (una mujer joven y bella, qué digo, ¡bellísima!). Con todo, el planteamiento no deja de ser soberbio, por afirmar lo menos: su director, el excelso Germi, sabe lo que filma y al final no se anda por las ramas, ya que sugiere que en estos casos, cuando la rutina ha llegado a su fin, las rupturas no son nada, absolutamente nada, sino una simple fantasía que conduce a la vaguedad.
De Marcello Mastroini se puede pensar lo que sea, pues con este filme inventó su mito de hombre existencial. Imponente hasta las cachas, el bigote delgado de este sempiterno cuarentón manifiesta una especie de raya cubista a punto de desaparecer, o de plano, convertirse en aliado ríspido de lo esencial.
A divertirse en grande, sugiero, con esta tragicomedia mayor que, para el caso, también es un ejemplo soberbio de ese postneorrealismo que a principios de los 60 se resistía a morir. Intensas como siempre las imágenes populares del pueblo italiano, en la que mujeres antediluvianas, siempre vestidas de negro, ven pasar la vida con soberana resignación, y las calles donde habitan son el ejemplo de una vecindad mítica, proliferante en su extensión.
http://www.youtube.com/watch?v=E5nMbLkXv0U
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